Bitácora 4

 La temática del día de hoy giró alrededor de los principios y fundamentos. Hay que reconocer que existe una base,  un sustento principal que mantiene levantado un edificio.

En este caso, realizamos una actividad llamada la baraja de la vida, en donde escribimos ocho cosas fundamentales para nosotros; cuatro materiales y cuatro inmateriales. La actividad consistió en irnos deshaciendo de las cartas. El profesor actuaba de destino y tomaba una carta sin que nosotros lo supiéramos. Después nos preguntaba que si estábamos dispuestos a abandonar el resto de nuestras tarjetas por alguna de las tarjetas que se nos había retirado. El objetivo de la actividad fue llegar a aquello que para nosotros es verdaderamente fundamental, lo que de verdad es o más importante para nosotros y es nuestro cimiento.

Esta actividad evocó muchas emociones en mí. Para comenzar, me fue un poco difícil pensar en esas cosas fundamentales sin las que "no podría vivir": parte de mi pensaba todo el tiempo en que, si es que se me quitaba cualquiera de esas cosas, no sería el fin del mundo, o si esas cosas nunca hubieran existido, no sentiría su ausencia. Todo sería diferente, pero no necesariamente peor. Después de terminar el ejercicio me quedé con la palabra "Amor", y mientras dejaba que se asentara dicha palabra como mi fundamento pues todas las cosas que había escrito tenían en común precisamente el hecho de que son cosas que aprendí a amar, me di cuenta que no ha sido sólo el hecho de amarlo que me ha traído distintos pilares y fundamentos, sino también el hecho de permitirme amar y dejar ir, con la esperanza de que vuelvamente vaya a amar...

Y fue ahí que me di cuenta que, a pesar de yo sentir que no tenía nada, era eso, la Esperanza, la pequeña que se quedó sentada al fondo de la caja de Pandora. Esa misma es la que de alguna manera ha logrado consolarme y salir adelante. Porque, ya sea más tarde o más temprano, termina llegando esa calma, esa felicidad nuevamente.

Me llevé esta reflexión para el trayecto a mi casa. Y mientras apreciaba el atardece que comenzaba a tinturarse de rosas y naranjas (me emociona que ya tenga vibras de otoño) terminé con esta oración:

Que se me conceda Agradecimiento, para apreciar el pasado; Amor, para contemplar y vivir el presente; Esperanza para afrontar el futuro.


Una actividad extra fue la tarea de dibujar nuestro Arjé, nuestro edificio que representara nuestros pilares y fundamentos. Yo lo representé de la siguiente manera:



Decidí dibujar una carpa de circo, porque es un edificio temporal, transitorio. Yo como persona estoy en constante cambio, así como mis soportes y pilares. A veces es una carpa más grande, a veces está un poco caída o inestable, pero puede volver a levantarse. Tal vez y sea más sensible o frágil que otras estructuras, o puede que no y su versatilidad sea la ventaja. Aún no lo sé del todo. Pensé en que pude hacer una carpa más grande con más pilares, pero por ahora, siento que esta pequeña carpa me representa, y está bien. Creo que unos 3 años atrás no habría hecho una carpa, pero ahora estoy aprendiendo a vivir en este edificio.

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