Narcisista artificial (19 Abril 2022)
En una ocasión, para mi clase de psicoanálisis, realicé un escrito donde me preguntaba qué sucede con la sociedad actual, que pareciera que el individuo se la vive ensimismado pero a la vez muy clavado con lo que el mundo dice de él y qué tanta aprobación recibe en redes sociales ¿cómo es posible vivir clavado por lo que dicen otros pero a la vez estar demasiado clavado en el proyecto que es uno mismo, quedando en una especie de limbo donde no se está ni con los otros ni con uno mismo?
Fue entonces que aprendí más sobre el narcisismo desde el punto de vista del psicoanálisis que cambió mi visión de todo: en el mito, narciso muere ahogado al tratar de besar su reflejo en el agua, y todos daban por entendido que Narciso estaba enamorado de sí mismo. Pero es un error, Narciso no estaba enamorado de sí mismo, sino de la imagen que veía reflejada en el lago; la imagen de sí mismo, no era consciente de que era él, sino ¿porqué tratar de besarse?
En fin, el punto es, que similar sucede con la sociedad actual: el mundo neoliberal y consumista nos ofrece la imagen de éxito y felicidad. Y una vez establecido el paradigma, te promete que eres capaz de alcanzarlo si tú lo deseas y pones todo tu esfuerzo y recursos en ello. Te venden tu yo ideal
Lo que sucede entonces es que el individuo comienza a vivir para esa imagen, a “trabajar en sí mismo” para ser ese yo ideal que será amado y apreciado por todos. Es entonces que terminamos en ese limbo donde no estamos ni con nosotros mismos ni con los otros: deseamos estar con los otros, pero creemos que sólo vale la pena o será querido ese yo que puedes llegar a ser. Y no el que eres.
Ahora, después de pensar un poco más sobre mi escrito de “soy una mujer defectuosa”, me di cuenta que yo también vivo atormentada por los ideales de lo que es ser una buena madre, esposa y/o mujer. Me doy cuenta de como soy consciente de todos mis errores y los errores de otros siendo pareja, madre/padre, etc. Y pienso que no estoy lista ni jamás podré ser pareja o madre porque no podré cumplir con los requisitos para hacer bien el papel. ¡Y por supuesto que jamás los cumpliré! Pues mi yo perfeccionista ha idealizado lo que debe ser una verdadera madre o una buena pareja, la romantización del rol ha llevado a crear arquetipos de ambos que creemos deben ser alcanzados. Y no es posible.
Nada es perfecto
Y en esta dualidad hay daños, hay errores, hay dolor.
Y también hay aciertos, belleza, felicidad y placer.
Y que creo que es válido ser consciente de desear no ser madre, desear permanecer soltero, pero porque se gusta en sí de esa opción de vida, y no porque nos aguantamos ya que la otra opción nos daba miedo.
No tengo que ser una madre perfecta y lo más seguro es que la voy a cagar en muchas cosas con mis hijos (si los llego a tener). Nunca seré la pareja perfecta y la relación jamás lo será tampoco, habrá complicaciones, errores y altibajos, y no por ello la persona no será “mi alma gemela”. Nos ocasionaremos dolor, pero también podremos aprender juntos y seguir adelante.
Hace falta un poco más de compasión para con nosotros mismos y los roles que desempeñamos, así como ser compasivos con otros, para permitirnos crecer y amar.
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