Para la próxima vez que entres en decadencia

Porque ¡venga tío! que me pasa bastante seguido y me jode. El abrumo de la crisis existencial, no querer hacer nada y sentirte una mierda por dejar de ser "productivo", por dejar de hacer lo que se debería de hacer. Vaya pérdida de tiempo, vaya desperdicio de vida que viene resultando tirarse al suelo y observar el techo hasta más no poder, esperando que el maldito se caiga y te haga un favor.
Y es que resulta cansado preguntarte como mínimo una vez al mes ¿Cuál es mi sentido en la vida? ¿Qué es lo que yo quiero hacer con ella? Porque claro ya está que no hay un sentido preestablecido, admito que estoy un tanto enamorada de la percepción existencialista, es liberador saber que puedes elegir qué sentido quieres darle a la vida, que no tienes que estar buscando incesantemente hasta que encuentres aquello que fue hecho para ti y para lo que naciste ¿No?... mentira. Sí, tienes razón, no va a haber algo que te diga "ésto es lo adecuado" con una luz magnifica señalada por un Dios superior que te colmará de gozo y dicha si le haces caso de seguir su palabra. El sentido de la vida lo eliges tu, sólo es cuestión de que te decidas a hacerlo, pero dejame decirte que la parte de la búsqueda es real, que el vacío está ahí constantemente, que estás una y otra vez preguntándote si en donde estás es el camino adecuado. No sé si es posible llegar a una epifanía donde dices "Wow, definitivamente ésto es a lo que me quiero dedicar por lo que resta de mis días". No lo sé, sería bonito sentirlo así, una parte de mi romántico ser llegó a pensar en alguna ocasión que es así, y puede que sí lo sea, quien sabe,  pero me cuesta creer que así lo sea.
   Hay veces que siento que tengo cerca el sentido de la vida, porque hay momentos en los que siento una plenitud tremenda que me llena y me hace amar la vida, que me hace disfrutar de estar aquí y ahora, respirando, sintiendo, viviendo, y entonces digo "qué bella es la vida, tiene todo sentido aprovecharla". Pero de pronto comienzo a pensar demasiado, a divagar, andar de un lado a otro de mi mente y me encuentro con cosas sombrías. Comienzo a pensar en las cosas feas del ser humano: la corrupción, la violencia, el desinterés, el ego, todas esas cosas que precisamente tienen en decadencia a la humanidad. Y me enojo, me molesta, y me entristezco... por mi mente de pronto pasa "Es que ¿de que vale hacer algo, si el resto de las personas no se prestan?" Y es aquí donde me encuentro con esa barrera, la pared con la que siempre me daba cada vez que comenzaba con éste proceso introspectivo. Pensando yo que es la sociedad la que me impide encontrar esa plenitud, porque a donde lo vea me inunda el pensamiento pesimista de "¿porqué mejor no nos morimos todos y ya acabamos con todos los problemas?, que al final lo único que hace el humano es joder al mundo y el resto de la naturaleza. Muerto el perro se acabó la rabia" Soluciones rápidas, sencillas, como todo buen millenial quiere resolver algo; rápido y con el menor esfuerzo posible.
De pronto me inunda un pesimismo asqueroso, en donde pienso que sin aspiraciones no habría frustraciones y así dejariamos el sufrimiento y podríamos ser mas plenos. Sin embargo, eso me hace pensar "es una manera en la que intento escapar del sufrimiento, una manera en la cual quedarme en mi zona de comfort y no tener que afrontar nada" pero ¿sabes? de pronto la zona de comfort cala, de pronto se vuelve aburrida, no te satisface, luce insípida, y de igual manera hace con la vida, por eso te entran las ganas de terminarla.
Y luego, con todos estos pensamientos y estando en la ducha me doy cuenta "Puta, soy yo la única que se está limitando, la que no se está permitiendo vivir, la que no se deja encontrar su sentido en la vida, la que no se atreve a ir a luchar por sus sueños, la que sufre por estar estudiando medicina porque no se siente capaz de ejercer algo tan complicado como ello requiere, porque es una carrera que amerita esfuerzo y dedicación y yo no soy capaz de ello, por eso no puedo ser médico, porque no lo merezco, la que al no aceptar eso de su carrera, ha ido paulatinamente negándose otra cosas: amo el arte, me encanta bailar, dibujar, el teatro, pero no puedo dedicarme a ello, no lo amerito, me falta el talento que tienen todos aquellos, no soy buena bailarina, mis dibujos no son impresionantes, ¿actuar? ni de chiste; mi novio, es un chico de ensueño, ya sabes, bien parecido, ojos azul/verde, un cuerpo fornido, elegante al vestir, buen bailador, se da a notar... y ahí voy yo, diciéndome que no le merezco, que él estaría mejor con una chica más guapa,  madura, inteligente, atrevida... sobre todo con una chica más segura; ¿Otro ejemplo? Éste blog. Tengo un montón de entradas iniciadas, algunas ya terminadas, más no quiero publicarles ¿Para qué? lo que pienso es estúpido y sólo me importa a mi.
Y una vez que me doy cuenta de ésta limitante, de éste monstruo que soy yo para yo misma, me digo "Tienes razón, todo lo que te digas a ti misma seguirá siendo real  mientras lo sigas pensando. Tu realidad se basará en tu pensamiento, y si quieres puedes seguir ahí, revolcandote en tu miseria, aburriendote y preguntandote ¿que haré de mi vida? y rechazando las posibilidades, rechazando tus sueños porque no te crees capaz o levantarte, salir a buscar esos propósitos y luchar por tus sueños, vencer tus miedos". Todo aprendizaje tiene dos partes, teoría y práctica, la practica suele ser lo que más cuesta, pero tambien lo que más enseña y reafirma aprendizajes. Así que ve allá, vuela, llénate de experiencia para que tengas nuevas cosas que decir al momento de la teoría. Y la próxima vez que escuches esa voz que dice "no, tu no eres capaz, eso no es para tí, mándala a la chingada y verás como esa voz se va callando y cómo tu alegria va aumentando al darte cuenta que te atreviste a hacer algo... y lo lograste.

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