To do list...

To do list... Con suerte, la mitad de ellas serán realizadas.

Siempre comienzo una lista de cosas por hacer, de proyectos, metas en mi vida que al final no sigo, que abandono y dejo por ahí. Me dedico a hacer las cosas como van llegando, sin pensar en el futuro y es así como no cumplo una meta. Al final quedan como una lista en un papel que no sé dónde dejé, una hoja olvidada al igual que su contenido.

Sin embargo, después de un tiempo. cuando recojo los desastres de mi habitación, encuentro una libreta inconclusa con la lista de metas de mi yo del pasado y puedo ver que ya no soy la misma; que cumplí metas que no estaban escritas, que a pesar de que quería aprender a tocar el piano y aún me parece un instrumento bellísimo, le disfruto más escuchándolo que interprentandole. Que sí mejoré mis habilidades en dibujo y además ahora uso acuarelas; que no perdí el peso que quería ni logré tomar la forma que deseaba, pero aprendí a apreciar la belleza de mi propio cuerpo y ahora quiero mantenerlo saludable más que adelgazarlo. No leí todos eso los libros que quería, pero mi mente si logró ampliarse a través de todas las personas maravillosas que he conocido. Que no cumplí todas las tareas y no leí todos los capítulos ni los artículos de la escuela, pero definitivamente algo que aprendido, sé cosas que no sabía y sobre todo sé o que no sé, y aprendí a tener la disposición de aprender lo que no sé, teniendo que doblegar mi ego para admitir un "No sé" y perder la vergüenza de decir "¿Me  enseñas?".

Por eso, aunque no las cumpla, supongo que vale la pena hacer listas, al menos te recuerda un punto de partida, que aunque no cumpliste eso que anotaste, hiciste mucho, incluso más.