Rumiación de pensamiento
¿Les llega a pasar a caso que piensan demasiado? A tal punto que todo aquello que les llega lo quieren desmenuzar hasta la más mínima partícula.
Comienzan con una idea, simplemente de estar observando algo: una película, un corto, un texto, una canción, una conversación con un amigo, ver la gente fluir... cualquier cosa puede ser un detonante, y mientras estás ahí, analizándole ¡Bum! la revelación, ésto es lo que pasa y ése es el problema. Entonces comienzas a desmenuzar el problema: ésto es lo que falta, ésto es lo que se debería dejar de hacer, ésto es lo que se debería hacer... sí, los planteamientos fluyen, y estás ahí, pensando, ideando, planteando... sí, sí, SÍ, esto es, eso debe ser ¡alguien debería escuchar esto!
Pero entonces, oh no, comienzas a pensar sobre lo que estás pensando, y piensas en las flaquezas de eso que estás pensando... y de pronto ves que tal vez lo que planteaste no es la solución, o que tomaría mucho tiempo y tal vez ni funcione, de pronto crees que no hay solución, que por eso la situación está así... y te abruma, te abruma tu propio pensamiento, te abruma no poder resolverlo.
Es que es mucho trabajo ¿valdría siquiera la pena? ¿Tendría yo la capacidad de hacerlo? Mejor lo dejo en manos de otros, en la de los capaces
Y luego llega ésta sensación ¿Sirve de algo que piense tanto sobre ello? al final resulta tiempo perdido, porque sólo me puse a pensar sobre ello y no saqué nada, tal vez soy una persona con demasiado tiempo libre como para ponerse a pensar (y mentira, hay muchas cosas que debería hacer) o tal vez sólo soy una floja, una floja procrastinadora que su manera de huir de las labores diarias de la vida es ponerse a analizar el porqué de la cosas... aunque eso no le lleve a ningún lado.
¿Qué se puede hacer cuando eso pasa?
El miedo, el miedo te toma, te absorbe y te paraliza. Si eso es lo que va a pasar ¿para qué lo hago? Te vuelves un clarividente pesimista que derrumba el sueño incluso antes de haber si quiera existido. Un cobarde que le temió a sus propios pensamientos y no se atrevió a cultivar sus sueños.
Comienzan con una idea, simplemente de estar observando algo: una película, un corto, un texto, una canción, una conversación con un amigo, ver la gente fluir... cualquier cosa puede ser un detonante, y mientras estás ahí, analizándole ¡Bum! la revelación, ésto es lo que pasa y ése es el problema. Entonces comienzas a desmenuzar el problema: ésto es lo que falta, ésto es lo que se debería dejar de hacer, ésto es lo que se debería hacer... sí, los planteamientos fluyen, y estás ahí, pensando, ideando, planteando... sí, sí, SÍ, esto es, eso debe ser ¡alguien debería escuchar esto!
Pero entonces, oh no, comienzas a pensar sobre lo que estás pensando, y piensas en las flaquezas de eso que estás pensando... y de pronto ves que tal vez lo que planteaste no es la solución, o que tomaría mucho tiempo y tal vez ni funcione, de pronto crees que no hay solución, que por eso la situación está así... y te abruma, te abruma tu propio pensamiento, te abruma no poder resolverlo.
Es que es mucho trabajo ¿valdría siquiera la pena? ¿Tendría yo la capacidad de hacerlo? Mejor lo dejo en manos de otros, en la de los capaces
Y luego llega ésta sensación ¿Sirve de algo que piense tanto sobre ello? al final resulta tiempo perdido, porque sólo me puse a pensar sobre ello y no saqué nada, tal vez soy una persona con demasiado tiempo libre como para ponerse a pensar (y mentira, hay muchas cosas que debería hacer) o tal vez sólo soy una floja, una floja procrastinadora que su manera de huir de las labores diarias de la vida es ponerse a analizar el porqué de la cosas... aunque eso no le lleve a ningún lado.
¿Qué se puede hacer cuando eso pasa?
El miedo, el miedo te toma, te absorbe y te paraliza. Si eso es lo que va a pasar ¿para qué lo hago? Te vuelves un clarividente pesimista que derrumba el sueño incluso antes de haber si quiera existido. Un cobarde que le temió a sus propios pensamientos y no se atrevió a cultivar sus sueños.
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