Cómo crear una adicción.

Invítale un café, salgan por la noche a caminar bajo la sonrisa de la luna y los ojos de las estrellas. Mírale fijamente a los ojos por 5 segundos… o diez… o más… descubrirás que entre más le mires más hipnótico se vuelve todo. Ya que estás ahí, clavado en sus ojos, dale un pico en los labios: siente la textura, la temperatura, el sabor… si es necesario, muérdelos, y verás como nuevos sabores se desprenden de su boca. Saborea su lengua como si de fresa se tratase y succiona sus labios como un helado de vainilla que se derrite en verano. Invítale a ver el atardecer, mejor si es en una terraza o techo, así estarán los dos por encima del resto del mundo, alejados de la civilización y podrán vislumbrar las maravillas que el cielo proyecta conforme se consumen los restos del día. Abraza sus pensamientos, adora sus locuras, escucha sus silencios y acuna sus sueños, que no hay nada más bello que descubrir la complejidad de una mente y la sencillez de un alma. ¿Quieres perder...